lunes, 2 de julio de 2007

UN HOMENAJE A DON WILLY ZEGARRA

DON WILLY ZEGARRA , ACTOR , DIRECTOR,POETA, PAMPINO, HIJO ILUSTRE DE IQUIQUE, PERSONAJE IQUIQUEÑO FALLECIDO EN EL 2005 Q.E.P.D. A LOS 98 AÑOS QUIEN TUVE EL AGRADO DE CONOCER MIENTRAS FUI ADMINISTRADOR DEL TEATRO MUNICIPAL EN SU RESTAURACION Y POSTERIOR FUNCIONAMIENTO.

Cultura de la Pampa
Durante las décadas del 30 y 40 en los campamentos salitreros floreció una comunidad conformada por hombres y mujeres que trabajaban de sol a sol, enfrentándose a las inclemencias del tiempo para obtener lo necesario para subsistir.Trabajaban, pero también tenían un alto sentido de la actividad comunitaria y del disfrute conjunto de las diversas manifestaciones artísticas, sobre todo música y teatro. Por lo mismo, la mayoría de las oficinas mantenía un conjunto que se encargaban de dar vida a sainetes, comedias, dramas, zarzuelas y sainetes líricos de autores chilenos.Había compañías de músicos y actores que recorrían la pampa y gozaban de gran prestigio, entre los cuales destacaban como Manuel Cabezas, Pepe Codina, Oscar Picón, Senovia Castro, Fortunato Pinto, Marina y Rogelia Navarro, Nicolás La Rosa, entre otros.Según recuerda Guillermo “Willie” Zegarra, actor de reconocida trayectoria Hijo Ilustre de Iquique y uno de los más destacados artistas pampinos de este siglo, “el arte era para el pampino tan importante como el alimento”.Nacido en 1906 en la Oficina “La Palma” que posteriormente fue rebautizada como Humbertone, guarda hermosos recuerdos de juventud.“En las vacaciones de fin de año los grupos de teatro recorrían las salitreras guiados por grandes directores como Alfonso Jonhson y Ernesto Grendy. Existían también más de 50 actores de gran renombre a nivel nacional como Rolando Caiceo, Julio García y los hermanos Poblete por nombrar algunos de los que recorrieron todo Chile, parte de América y hasta Estados Unidos”.Las salas de los teatros en las oficinas se repletaban de gente, porque “existía una cultura teatral”.El actor precisa que a mediados de los años 30, la fama adquirida tanto en el teatro como en las actividades culturales en general, lo tentó a radicarse en la capital trabajando en compañías dirigidas por el pionero del teatro nacional, Juan Ibarra. “Durante casi cuatro años fui desde Arica hasta Castro, mostrando mi arte; pero lamentablemente la paga no era buena, por lo que regresé a Iquique. Aquí fui contratado por Elías Ferro Latapiat, Jefe de Bienestar de la Oficina Bellavista, como vigilante, aunque la verdad era que esta caballero me dio trabajo para formar el Teatro Obrero que dirigí desde 1936 a 1946″.Zegarra señala que durante el período que estuvo a cargo del teatro presentaron más de 30 obras recorriendo la mayoría de las oficinas salitreras y ciudades de la zona norte.“La gente se engalanaba con sus mejores ropas y asistían en familia. Los temas que generalmente abordábamos estaban relacionados con la vida misma de la pampa y si bien algunos eran un poco picarescos, sólo retrataban la idiosincrasia del pampino”.

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